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Cómo se hace una Pandemia  Virus + Miedo = Gripe

Por: Mario Bendezu Velarde

“El Rey y la Peste” Un rey árabe que atravesaba el desierto se encontró con la peste. El rey le preguntó inquieto: “Peste ¿para dónde vas?” a lo que la peste le respondió: “Voy a Bagdad a matar a 500 personas”. Días después volvieron a encontrarse y el rey muy disgustado lo increpó diciendo: “Peste mentirosa, me dijiste que ibas a Bagdad a matar 500 personas y mataste   5 mil”. A lo que la peste respondió: “Efectivamente yo maté 500 personas. Los demás se murieron de miedo”.

Fábula árabe

Publicado: 2020-03-21


El Miedo

El miedo ha sido la forma en la que se han controlado las sociedades desde que éstas existen e inclusive mucho antes. La evolución del ser humano podría indicar que esa ya no es la forma en la que el cuerpo se dirige, sin embargo esto no es así. El miedo es la herramienta que tenemos para sobrevivir, nos ayuda a enfrentar las amenazas externas que existen en la naturaleza.

El problema que nos confunde, y puede ser inclusive el problema central en la ecuación inconclusa de la salud humana, es que nos observamos como seres completamente diferentes de los animales y esto es un error.

El cuerpo humano posee al igual que todos los animales un sistema responsable de realizar todas las operaciones “mecánicas invisibles” que requiere el cuerpo, las cuales no necesitan nuestra autorización. Por ejemplo: mirar, respirar, realizar la digestión, y mantener el sistema inmune activado las 24 horas del día.

Estos procesos son algunos de los que se generan en los ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Desde allí se regulan acciones esenciales para la supervivencia, y en el sistema límbico que regula las emociones y las funciones de conservación de la persona. La amígdala, incluida en este sistema, revisa continuamente la información recibida a través de los sentidos. Cuando detecta una fuente de peligro, activa las emociones de miedo y ansiedad.

La amígdala activa la respuesta del hipotálamo y la pituitaria, que segrega la hormona adrenocorticotropa. Casi al mismo tiempo se activa la glándula adrenal, que libera epinefrina, un neutrotransmisor. Ambas sustancias químicas causan la generación de cortisol, una hormona que aumenta la presión sanguínea y el azúcar en sangre y es la responsable de suprimir el sistema inmunitario, el cual es el responsable de protegernos de los virus y bacterias que hay alrededor.

Lo que el cuerpo pretende, cuando siente temor, es generar una propulsión de energía que permita enviar mucha sangre a los músculos para poder luchar o huir. En este proceso, la función pulmonar y cardíaca se aceleran para llevar el oxígeno a todos los músculos, los vasos sanguíneos se contraen en muchas partes del cuerpo, la función estomacal y del intestino alto se inhibe, hasta el punto en que la digestión se ralentiza o incluso se detiene, los esfínteres se ven afectados de forma general, causando en algunas ocasiones una pérdida de control y como mencionamos antes, el sistema inmunológico se suprime.

¿Por qué se suprime el sistema inmunológico?

Se suprime porque el miedo es una reacción rápida e instintiva que el cuerpo necesita para la defensa de una amenaza latente “externa”.

Así el miedo activa el requerimiento de toda la energía del cuerpo para poder reaccionar y anula el resto de áreas, justamente para poder hacer uso de esa energía de forma completa, para la defensa “externa”, suspendiendo la defensa interna. La naturaleza sabe que puede suspender el sistema inmunológico durante un tiempo, mientras el cuerpo se enfrenta a la amenaza externa. El detalle es que debe ser únicamente un tiempo corto, debido a que los virus y bacterias están prestos a ingresar. El problema es cuando el miedo externo como tal no existe, es decir, no hay un animal salvaje que nos ataque, o un terremoto que nos obligue a correr de prisa.

Para perjuicio nuestro, el único animal que siente miedo casi siempre es el ser humano, mediante los trastornos mentales, que son trastornos de la imaginación y el lenguaje, ambas son construcciones artificiales únicas de nuestra especie. Nuestra genial imaginación, ésta singular herramienta, nos ha posicionado como la especie dominante, pero también nos juega en contra en ocasiones, sobretodo en ocasiones como ésta donde tenemos que afrontar una pandemia.

Una persona promedio que ve televisión y noticiarios, puede tener un descenso en el sistema inmunológico, si es que las noticias de tragedias y muertes le causan temor. Algunas personas se mantienen rígidas siempre, porque todo el tiempo están en alerta constante, esto hace que el cuerpo reaccione como si hubiera una amenaza externa latente. De esta manera la imaginación, la sugestión y preocupación, desarrollan miedo a enfermar, lo cual es conocido como hipocondría o enfermedad nerviosa, ésta activa el estado de defensa externo del cuerpo, dejado sin protección a la parte interna.

De esta forma es más fácil que una persona, cuando tiene miedo y las defensas bajas, pueda contraer una enfermedad respiratoria. A esto se suma  la mala alimentación, falta de sueño, sistema inmune débil por preexistencia patológica o edad avanzada. Sin embargo a pesar de tener estas características desfavorables, el estado de ánimo seguro y tranquilo es muchas veces suficiente para mantener a raya el ingreso de virus y bacterias (sin descuidar la alimentación, hidratación, sueño e higiene).

¿Por qué una enfermedad respiratoria como la gripe? 

Por lógica, las vías por donde hay contacto directo con los órganos internos del cuerpo son la boca, la nariz, los oídos y los ojos. Estos órganos son cavidades huecas, sobretodo la boca y la nariz, las cuales conectan directamente con los órganos internos del cuerpo. El primer órgano en recibir el daño es la garganta y posteriormente los pulmones, ya que el ingreso de aire es constante e ininterrumpido por esa vía.

El resfrió como lo conocemos, no es una enfermedad sino más bien una reacción del cuerpo a bacterias o virus que se han alojado en las fosas nasales o garganta. La mucosidad o fiebre que se presenta, es inducida por el cuerpo para poder combatir las bacterias o virus que se han posicionado en el tracto respiratorio y comienzan a reproducirse.

¿Cuál es la relación entre miedo y resfrío?

La relación entre miedo y resfrío es directa y podría decirse que casi inmediata. Los virus y bacterias están a la puerta de nosotros esperando ingresar, es por ello que el sistema inmunológico está activo las 24 horas del día. Como hemos señalado, el miedo suprime las defensas del cuerpo, y de esta manera se abren las puertas a los virus y bacterias, desarrollando así, síntomas de resfrío.

El inconveniente mayor se da cuando sumado al miedo, es decir a la suspensión del sistema inmunitario, la persona tiene una mala alimentación, mala hidratación, mal sueño y mala higiene. 

¿Que es el miedo colectivo y como afecta al contagio de un virus?

El miedo colectivo o psicosis colectiva, es el fenómeno que representa el miedo que tiene un grupo social por una misma amenaza. Esto tiene reacciones similares en todo el grupo social que lo experimenta. 

Los diversos estudios científicos demuestran que el ser humano no es tan singular entre sí, más bien todo lo contrario, comparte muchos comportamientos y reacciones a los estímulos externos. 

Los experimentos del sicólogo B. F. Skinner, creador de la teoría del reforzamiento y del fisiólogo Iván Pávlov creador del conductismo, fueron los pilares para desarrollar sistemas de adoctrinamiento social, donde se observaba como el ser humano generaba una respuesta determinada, por causa del dolor, amenaza y recompensa.  

Los experimentos definieron que las personas de un grupo social, expuestas a una amenaza, respondían del mismo modo, a esto se le denominó experimento de choque.  

Generalmente las personas sometidas al miedo y al dolor solicitaban a cambio de éste, cualquier medida, aunque sea injusta o desfavorable para ellos, siempre y cuando cese el miedo y el dolor que se les imponía. 

De esta manera y desde la década de los cincuenta este método ha sido utilizado para la manipulación social, periódicamente.

En cuanto al caso de los virus y en especial de las epidemias y pandemias, el temor colectivo se inserta en la médula de los ciudadanos, con repeticiones continuas, en los medios de comunicación y en las calles, no dejando espacio para la tranquilidad. 

Este temor colectivo, el cual no es más que la sumatoria de múltiples temores individuales, ocasiona lo que ya hemos explicado al detalle lineas arriba. Hace que las defensas del cuerpo disminuyan, y en éste caso, el grupo social empiece a experimentar síntomas de la enfermedad.

La idea colectiva de que se puede estar expuesto a un contagio, inmoviliza y después de un tiempo de agotamiento, el grupo social optará por solicitar o aceptar cualquier medida o reforma social, con tal de que el sufrimiento, dolor o temor cesen. Aceptará medidas, inclusive desfavorables para ellos mismos, como reducir sus ingresos económicos o aumentar el pago de sus impuestos.  

¿Cuál es la solución a la gripe?

Si no has contraído gripe, la solución preventiva es alimentarte, hidratarte, dormir bien y ser aseado, lavándote las manos y la cara con agua y jabón. Además de modificar tu forma de sentir. Si eres una persona temerosa, altamente influenciable, hipocondriaca, debes corregir la forma en la que canalizas tus emociones y miedos, porque estos te pueden perjudicar y es algo que puedes evitar y que está en tus manos. Hoy en día hay diversos tratamientos y filosofías que enseñan a controlar el temor, recurre a ellos y verás cómo tu salud integral mejorará.

Si has contraído resfrío, sigue las recomendaciones de tu médico, aséate con frecuencia, lavándote las manos y la cara con jabón, aliméntate bien, hidrátate bien y duerme tus horas. Del mismo modo mantente seguro y sin miedo para que tu sistema inmunológico se mantenga activado y pronto mejores. De sentirte deprimido o atemorizado, recurre a un especialista psicológico o un buen consejero, que pueda reforzar tu estado anímico.

Recuerda que en una situación de emergencia como una pandemia, lo peor es estar al pendiente de las noticias. Desconéctate de la televisión, radio y redes sociales, generalmente en estos medios suele haber más desinformación y alarma, que ciencia. Esto aumenta la sensación de angustia e inclusive desata el conocido pánico o psicosis colectiva.

Otra recomendación es no creer al 100% las versiones que dan los medios. Si bien debes tomar las precauciones del caso y respetar la cuarentena, mantén tu mente abierta a otras posibilidades.

Debes diversificar tu opinión respecto de una situación, no arriesgues todo tu capital emocional en únicamente la versión oficial. Si diversificas tu opinión respecto de la situación que ocurre, tendrás un colchón de apoyo racional y emocional, cuando una versión ya no es convincente, o no te hace sentir bien. Ten entre tres a cuatro versiones de lo que puede estar pasando, son probabilidades y son válidas si contienen un argumento lógico que las sostenga. Tener diferentes probabilidades te abre a diferentes formas de sentirte. El principio de toda filosofía y ciencia, es la experimentación de posibilidades y probabilidades, jamás cerrarse a una única idea, esto genera rigidez y al final de cuentas, temor.

Nota: Recordemos que en los casos de coronavirus, se recuperan el 97% y únicamente el 3% tiene efectos críticos. 


Escrito por

P L E C T R O E D I T O R E S

Es una editorial independiente. Brinda servicios de edición, impresión y publicación de libros. Correo mariobendvel@gmail.com


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Mario Bendezú Velarde

Ensayista y director en Plectro Editores. Escribe desde la filosofía y las ciencias, en torno al contexto socio político contemporáneo.