¿POR QUÉ DEBEN MATAR LA CULTURA?
Análisis de la Realidad Social Contemporánea
Sobre el Atentado a la "Cultura Altruista y el Arte" en la Sociedad
Actualmente se mata la cultura y se la seguirá matando porque el sistema de consumo implantado así lo requiere, y lo requiere por la razón de que la cultura asocia al individuo mediante conexiones inherentes a él. La cultura construye al hombre, lo identifica, lo reivindica, y le brinda un saludable orgullo de sí mismo y así como su lugar en el mundo, su espacio y territorio. La cultura mantiene un discurso ligado a los conceptos de familia, ciudadanía, cooperación, territorio, e inclusive poder superior y trascendencia.
Toda la construcción que la cultura hace , es por y para el hombre, asociando a éste con emociones saludables, con las que el individuo pueda sentirse seguro consigo mismo y con su entorno familiar, laboral, territorial. La cultura crea en el hombre valor por su procedencia, protegiéndola y preservándola.
La "Cultura de Consumo" (de Obsolescencia Programada) por el contrario, para desarrollarse en una sociedad con fluidez, debe desvincular al individuo con lo que lo identifica como persona, debe desvincular los criterios de amor principalmente, que el individuo ha formado en sí mismo, para dirigir estos deseos afectivos, emociones y deseos sexuales, hacia los objetos puestos en el mercado. Debe priorizar la competencia antes que la convivencia, asociando la psicología de nuestro "instinto de supervivencia" hacia una deformación de éste, en un innecesario y constante estado de inseguridad, miedo y defensa, en el cual igualmente dirigirá estas últimas emociones hacia productos que solucionen brevemente o brinden una idea de solución breve al supuesto problema de inseguridad, miedo y defensa.
En el concepto de amor, la "cultura de consumo" debe asociar al individuo y a su sistema afectivo, con productos y servicios que estén relacionados con el deseo sexual (es sabido que el deseo sexual está presente en todo individuo de forma inherente), para esto se sobre estimula eróticamente a la sociedad, y se construye en principio de esta sobre erotización, situaciones y bagajes de productos y servicios que simbolicen el nuevo concepto afectivo de amor puesto en el mercado.
La "Cultura de Consumo" que se vive hoy, tiene que erradicar a toda costa la "Cultura Altruista" para poder continuar su desarrollo artificial de forma eficiente en los individuos de sociedades como la nuestra.
LA CULTURA Y EL ARTE
Por otro lado ¿Cómo Matar la Cultura sin Matar el Arte?
Este es un tema complicado, ya que la cultura mayormente utiliza los mecanismos artísticos y viceversa, para alcanzar la construcción autentica del individuo. Sin embargo la construcción del actual sistema económico vigente, ha proyectado un mecanismo silencioso dentro del arte, ha decretado el final de la cultura moderna e instituido una nueva cultura y arte, denominada posmodernismo o posmodernidad. Puede parecer que a fin de cuentas ambas son culturas y expresiones artísticas, sin embargo se diferencian en gran medida una de la otra.
El modernismo propone una corriente humanista, en la que el artista cognoscente se compromete con sus convicciones y su entorno, su obra insta de una sustancia que estimule el avance de la humanidad toda, hacia un individuo razonado que cuenta con utopías, las cuales lo impulsan y encaminan en el desarrollo social, económico y cultural del mundo de manera equilibrada.
Caso contrario, el pos modernismo apuesta por los discursos individuales, rompiendo el consenso y el avance colectivo de la humanidad, destaca la introspección y el sensitivismo de forma primordial, donde la abstracción o abstracto es el discurso básico de su regla. El pos modernismo desecha los grandes discursos, sustituyéndolos por discursos cortos donde el individuo único, y en este caso el artista, plasma desde su neurosis personal la idea en sí, y no en cambio trata de plasmar la neurosis general y demostrar mediante su obra, el vacío colectivo que se vive o al que se dirige la sociedad.
Hay hoy una ruptura del artista con la transmisión simbólica hacia un mensaje aclarador, la obra del artista pos moderno ya no cumple el objetivo de trasladar al observador hacia un panorama bizarro en una visión de la realidad tras los muchos velos. El arte pos moderno ya no devela; básicamente distrae.
No es casualidad que la denominación exacta de pos modernismo no este aún definida, hay un libre albedrío que contiene más desorden y confusión. El posmodernismo en este sentido se ha deslizado por el arte en el arte, y ha colaborado en su destrucción. El arte pos moderno en su gran mayoría ha pasado a ser objeto decorativo y de colección dentro del mercado de consumo, ya no es más un símbolo de transformación. No es una herramienta de construcción cultural de propósito.
CONCLUSIÓN
En este sentido se puede señalar que al mercado de consumo, evidentemente le conviene que exista mayor cantidad de individuos sin cultura, conocimiento y conocimiento de sí mismos, los mismos que encontrarán objetos renovables en el mercado que les generarán las emociones perdidas o mejor dicho arrebatadas.
La misión de las personas que hacen cultura, es plantear propuestas educativas y modelos multidisciplinarios para la sociedad, y transformar así paulatinamente el mercado consumista en un mercado de contenidos, servicios y objetos saludables e inteligentes, de modo que el nuevo ciudadano solicite éstos y no cualquier cosa que simplemente llene espacio y vacío, con espacio y vacío.
Es más fácil dejar las cosas como están, porque es conveniente para quienes gobiernan y construyen este tipo de mercado.
La "mejor forma" de dominar a una sociedad es eliminando la cultura y el conocimiento, de esta manera la falsa promesa, la mentira y el desfalco, se darán fácilmente, extendiéndose así la corrupción.
Presentación de la "Civilización del Espectáculo" de Mario Vargas Llosa, comentado por Gilles Lipovetsky.
El Siglo del Individualismo: Maquinas de Felicidad.
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